Aunque hace bastante frío me levanto con más energía que nunca, me visto, desayuno algo y salgo disparada por la puerta.
Justo, ni un minuto más ni uno menos, él está ahí. No se da cuenta que he llegado y sigue peinándose el flequillo en un espejo retrovisor de un Seat. Me acerco poco a poco sin que se inmute, y le tapo los ojos con mis manos.
- ¿Quién soy?- Le pregunté divertida.
- Mmm... déjame que piense. - Dijo haciéndose el tonto.
-Tienes tres oportunidades. -Dije sin pensar.
- Ya sé, eres la simpática vendedora de fruta, la que ayer me dedicó esa sonrisa tan bonita. - Dijo convencido.
- ¡Idiota! - Dije mientras quitaba bruscamente mis manos de sus ojos y fingí que estaba enfadada.
- Venga tonta, ¿creías que lo decía en serio? - Dijo mientras se reía.
Me quitó el pelo y me cogió cariñosamente de la cara y me besó lentamente; me montó en su moto, no quise contestarle, me dejé llevar por la situación y no me bajé de la moto. Hoy solo quería pasar un perfecto día de mi vida con él, lo más importante de esta.
Justo, ni un minuto más ni uno menos, él está ahí. No se da cuenta que he llegado y sigue peinándose el flequillo en un espejo retrovisor de un Seat. Me acerco poco a poco sin que se inmute, y le tapo los ojos con mis manos.
- ¿Quién soy?- Le pregunté divertida.
- Mmm... déjame que piense. - Dijo haciéndose el tonto.
-Tienes tres oportunidades. -Dije sin pensar.
- Ya sé, eres la simpática vendedora de fruta, la que ayer me dedicó esa sonrisa tan bonita. - Dijo convencido.
- ¡Idiota! - Dije mientras quitaba bruscamente mis manos de sus ojos y fingí que estaba enfadada.
- Venga tonta, ¿creías que lo decía en serio? - Dijo mientras se reía.
Me quitó el pelo y me cogió cariñosamente de la cara y me besó lentamente; me montó en su moto, no quise contestarle, me dejé llevar por la situación y no me bajé de la moto. Hoy solo quería pasar un perfecto día de mi vida con él, lo más importante de esta.
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