No sé si existen, pero intentaré buscar a mi príncipe.
Sí, bonito, te lo explico por aquí, ya que veo que te cuesta, y mucho. Que no, no, no, no y no. ¿Vale? No. ¿Por qué? Simplemente porque estoy cansada, agotada, machacada. Anda y vete, sí, por mucho que me duela te dejo tirado como un perro igual que hiciste tú conmigo, sólo que hay una pequeña diferencia, que yo te dejo con todo mi dolor y tú me dejaste tirada sin pensar lo más mínimo en mí, ni siquiera sin interesarte por lo que sería de mí después. Ahora soy yo la que debe decir no. La que pone las normas, la valiente, la chica que no quiere que vuelvas a entrar en su vida para desaparecer de esa forma repentinamente. Adiós, lo siento en el alma y ahora mismo mi corazón me dice que te necesito, que nadie podrá llenar el hueco que has dejado, pero yo misma digo que no, que no y que ya es hora de pasar página, cambiar de aires, y aunque me costará cada vez más olvidarte lo intentaré, te amo y te amaré siempre, pero no puedo hacer otra cosa, lo hago por mí misma, porque soy como soy, y este es el mejor camino, porque habrá alguien mejor, sí... en alguna parte, de eso estoy segura. Me quedan muchas cosas por aprender en esta vida, y aunque los príncipes azules de cuento no existen, yo intentaré buscar el mío, en alguna parte, a mi príncipe.